domingo, 25 de julio de 2010

¿La vida es corta?

Dicen que la vida es corta. Pero yo creo que no siempre se vive lo suficiente como para saber cuál es la longitud adecuada que permita declararse satisfecho o insatisfecho con lo que se ha vivido. Creo -más bien- que la vida es una sucesión de hechos cuya influencia responde a un plan implícito o explícito. Este plan debe ser consistente con el Plan que Dios trazó para nosotros cuando nos trajo al mundo.


Es que yo estoy convencido de que llegamos a este mundo con un Plan que Dios nos traza. Y que al final, Él nos examinará en la Eternidad para determinar en qué medida lo cumplimos y por qué lo incumplimos. Ese Plan está en alto grado explicado por lo que se denomina vocación. Y la intensidad con que asumamos nuestra vocación, es lo que precisamente hace que la vida sea corta o larga...

Eso es lo que los filósofos han denominado trascender. Si usted pasa por la vida haciendo lo que debe hacer pero nada más ni nada menos, usted seguramente no trasciende. Trascender es hacer historia. Pero no se crea que esto de "hacer historia" es una cualidad reservada para unos pocos. No. De ninguna manera. Hacer historia es lograr que su huella como individuo quede impresa en la sociedad donde interactúa. Y la profundida de esa huella -una de las más significativas son sus hijos- es lo que hace a la persona "trascendente"

La vida no es corta ni larga. Es, simplemente, la medida del tiempo que nos toma cumplir en mayor o menor medida, con menor o mayor calidad, la misión que Dios nos impuso cuando nos envió a cumplir su Plan.

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