domingo, 31 de julio de 2011

¿QUIÉN HA FIRMADO ESTO POR MÍ?

No estaba en mis planes de este domingo ver por Tv la elección de las autoridades de la Asamblea para el período 2011-2013. Pero la llamada de un buen amigo, despertó mi curiosidad.

Vi lo mismo de siempre. Esos asambleístas de palabra fácil para iniciar su discurso enviando un saludo a su pueblo -en verdad a sus familiares, amante incluida- no son para nada mejores que los de la época de la partidocracia: un Andrés F. Cordova, un Raul Clemente Huerta, un Cordero Crespo, un Assad Bucaram, un L. Febres-Cordero, un Pedro Saad, un Araujo Hidalgo, un Nebot Velasco, un C. J. Arosemena, un Otto Arosemena, un Jaime Hurtado, (solo menciono a algunos de los muertos para no disgustar a los que quedan vivos), que descollaban con sus intervenciones, muchas de ellas cargadas de finísimas ironías, con las que eran capaces de descomponer a sus adversarios.

Mejor dicho, compararlos con esos viejos monstruos de la política y del parlamentarismo ya es un despropósito. Pero apelo a semejante despropósito para remarcar que los asambleístas y las asambleístas de hoy padecen de una pobreza intelectual que apena. Y esto -con las excepciones que confirman la regla- va por igual a gobiernistas y opositores.

Pero la orfandad es mayor en la oposición. Porque ellos, solo ellos y nadie más que ellos, están llamados a ser protagonistas de la lucha política. Así como en un partido de fútbol, el que propone las jugadas tiene que ser el equipo que quiere ganar, en la legislatura el que propone las jugadas parlamentarias es el equipo que quiere ganarle al gobierno. Y eso no se vio hoy. Solo vimos a legisladores escenificando mutuos cargamontones, felices porque estaban convencidos de que así demostraban -"ante las cámaras de la televisión" según lo repetían y repetían- la firmeza de sus posiciones; firmeza que terminaba fragmentada en "ternezas" (como dicen los serranos) cuando recibían o daban elogios. Como diría Correa, en verdad son limitaditos hasta para idear formas de debate que rompan el bloqueo impuesto por Cordero y su banda de panchanas, carrillos y los demás.

Sin embargo de esto, hay algo que vale rescatar de la sesión de hoy: ya la hegemonía de PAIS no es tal. Parece que se agota de manera incontenible. La salida de Rodríguez no únicamente los priva de un voto, sino que les resta a una de sus figuras más bragadas especialmente para la lucha callejera... Y por eso era notorio que el bloque gobiernista se movía en el salón del pleno con el temor de un recién operado o de una parturienta recién egresada de la maternidad. La estrategia de Cordero -que honra su apodo, porque tiene una facultad de flotar increíble- es la de aguardar a que las cabezas se enfríen, aprovechar la pusilanimidad de una oposición casi sin iniciativas, y atraer mientras tanto a los más descontentos y bulliciosos al reparto del pastel legislativo; y luego sí esperar, como esperó las uvas la zorra de la fábula, diciendo "no están maduras"...

Pero esa espera no detendrá el agotamiento, apenas retrasará la catástrofe: caerán -y he aquí la sentencia- no por obra de la oposición sino por su propia rapacidad.

No estaba en mis planes dominicales escribir este blog. Pero la sesión de la Asamblea me recordó un paraje del "Ensayo sobre la lucidez" de José Saramago, cuando a través de uno de sus personajes reflexiona en que "Nacemos, y en ese momento es como si hubiéramos firmado un pacto para toda la vida, pero puede llegar el día en que nos preguntemos Quién ha firmado esto por mí" Hoy, viendo a tantos asambleístas -mujeres y hombres, opositores y gobiernistas- hablar y hablar de pueblo, de democracia, de revolución, de cambios y de tanta paja y hojarasca que según ellos están comprometidos a realizar, me pregunté como Saramago: y ¿quién ha firmado esto por mí?

No estaba en mis planes de hoy escribir este blog. Pero la pregunta no me dejará en paz hasta que la escriba: ¿Quién ha firmado por usted, por él, por ella, por mí, por nosotros, por vosotros, por ellos, autorizando tanto disparate como los que se cometieron en la sesión de la Asamblea de hoy, en nombre de la Revolución?



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