No hay duda: la institucionalidad republicana en Ecuador está encarnada en Rafael Correa Delgado. Así ha quedado demostrado en los últimos días, como para alertar a los optimistas que todavía creen en la vigencia de la Constitución de Montecristi. Las pruebas al canto:
(1) No existe Función Legislativa.- Es que si existiere en verdad una Asamblea Nacional independiente, lo mínimo que debería haber hecho su presidente Fernando Cordero, era hacer respetar la facultad del organismo para aprobar laa leyes en general y las tributarias en especial. Prefirió flotar como corcho; y ni siquiera tuvo el valor para sugerirle al presidente de la República que -en aras de la institucionalidad republicana y para, por lo menos, aparentar que sí existe la Función Legislativa- recurriese a la Corte Constitucional para que declare la improcedencia de la Resolución tomada por una mayoría simple, y por la cual no se aprobó el proyecto de ley que crea más impuestos. Solo ese pequeño gesto habría bastado para ganar la pelea en redondo, sobre seguro, porque la Corte Constitucional nunca desafiará la voluntad presidencial, y todo habría tenido un ropaje casi irreprochable de legalidad y constitucionalidad. Pero no se actuó así, porque lo importante para Correa es usar el poder sin miramientos.
(2) No existe Función Judicial.- La destitución de la Presidenta de la Corte Provincial de Justicia, es ilustrativa de que el Consejo de la Judicatura Transitorio, es la herramienta que tiene Correa para meterle la mano a la justicia. Ahí manda un oscuro personaje que tiene toda la cara de ser un ejecutor de órdenes a sangre fría. Pero además el mensaje es eficaz: todo juez que quiera actuar contrariando los designios supremos de Correa, treminará destituido, tal como ocurrió con el que autorizó el examen pericial del disco duro de la computadora del juez golondrina Paredes. El verdadero Chuky Seven está en el Consejo de la Judicatura de Transición. Y es que si no fuere así, ¿habría sido posible que un juez -actuando normalmente- condene a la Mónica Chuji, después de que el mismísimo Correa se presentó al acto de juzgamiento en la Corte de Quito? Chuji fue escogida para encarnar el escarmiento y la magnanimidad del poder supremo encarnado en Correa y sus íntimos. Pero la india ha rechazado el perdón; y su abogado exige que el juez haga cumplir la pena de prisión que le impuso. Ante eso Correa no ha dudado en amenazarla con quitarle el perdón!!
(3) No hay autonomía de los gobiernos Seccionales.- Nunca antes un zpresidente de la República ha intervenido en elecciones Seccionales. Ahora Correa lo hace en la campaña para elegir una Junta Parroquial en la Amazonía, todo porque quiere evitar que los indios se opongan a los proyectos mineros que él alienta. Y ahí fue donde se encontró con Quishpe. Y ahí fue donde se desafiaron, como en los viejos tiempos de dirigente estudiantil. Correa copa todas las instancias del poder, desde el parroquial hasta el nacional. (Pero yo creo que el cuento se le acabará cuando -ya sin Nebot de por medio- quiera meterle la mano con alcalde propio, a los destinos de Guayaquil. De eso hablaremos otro día...)
Queda demostrado que la institucionalidad republicana en Ecuador ha quedado reducida a lo que Rafael Correa Delgado, incluso a pesar de su investidura como Jefe de Estado y a la vigencia de la Constitución que él mismo mandó a confeccionar a su medida. Su ambición de poder le ha dejado corta la Constitución
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