Yo creo que toda iniciativa que trate de llevar a Correa al terreno de la diatriba para enfrentarlo, peca de ingenua. Cuando no, es una solemne tontería. Asi ocurrió con una propuesta suscrita recientemente por varios políticos de la vieja guardia quiteña, pidiendo a los opositores que se unan y propongan una sola candidatura para impedir la reelección de Correa.
En la sabatina de hoy, el aparato publicitario de la presidencia de la República se encargó de presentar esa propuesta expresada en un manifiesto público, como la encarnación de todos los males que la Revolución Ciudadana ha decidido combatir. Entonces no dudó en presentar a Mahuad y el feriado bancario junto a la incautación de depósitos ocurrida en 1999, como integrante del grupo de políticos autor de la iniciativa mencionada. Para ese fin, reeditó vídeos fuera de contexto y repitió hasta el cansancio su argumento de que todos esos políticos -entre los que se incluían algunos ex aliados que lo encumbnraron al poder- serían derrotados por la revolución ciudadana.
Correa está -para los que todavía no lo han advertido- en plena campaña electoral. Por eso es que en las sabatinas le está dando importancia a rebatir con vehemencia mayor a la acostumbrada, a todos sus contradictores reales o supuestos, prensa independiente incluida. Y entonces no duda un instante en hacer que baste una insinuación suya, para lograr que la masa de seguidores ahíta cuando no anhelante de favores, vocifere "reelección, reelección" cada vez que ataca a sus adversarios. Por eso tampoco tiene pereza en recurrir a Tico-Tico para endulzar con añejas payasadas la inmensa amargura que el poder le está deparando. (Al parecer, esos payasitos disfrazados de montuvios, ya le están aburriendo, y entonces tiene que recurrir a Tico-Tico con el pretexto de edulcorar su cumpleaños 49...)
Pero todas estas maniobras de claro proselitismo electoral no pueden ser respondidas con los recursos tradicionales. Hay que ser creativos. Lo primero que deben hacer es que los políticos que con razón o sin ella, puedan servir de carne de Correa, (o sea, de carne de cañón al gobierno) se salgan del escenario.
Es lo que deben hacer Álvaro Noboa, Lucio Gutiérrez, Osvaldo Hurtado, y todos los políticos en cuyo pasado se pretenda retratar los males de la República que llevaron al poder a Correa y sus amigos. La elocuencia de su silencio será la mejor respuesta contra Correa. Y lo revolverá de furia porque no tendrá en quien personalizar los odios añejos y las frustraciones perversas que la marginalidad y la pobreza -todavía vigentes después de 5 años de su gobierno- suelen generar entre las mayorías.
Cuando dejen de ser carne de Correa, éste se verá obligado a buscar otros adversarios a los que ya no podrá imputarles con cierto ápice de credibilidad, ser parte de la partidocracia, como a los indios, como a los sindicatos, como a los simples ciudadanos...
El otro argumento es que la ciudadanía de manera espontánea pero organizada, utilice masivamente las redes sociales para denunciar los actos de corrupción de este gobierno. No hay mucho que investigar: están a la vuelta de la esquina. Por ejemplo:
Ahì donde se vea a un asambleísta o funcionario público en calidad de nuevo rico y sin poder probar el origen de su fortuna, hay que señalarlo.
Ahì donde se vea a un juez o a un fiscal, traficando con la justicia yavarizada, hay que denunciarlo.
Ahì donde se vea a un motociclista con su chaleco reflectivo convertido en harapos, se debe recordar la compra fraudulente de 1,2 millones de esos chalecos, para apenas cubrir las necesidades de algo menos de 160.000 motociclistas en todo el país.
Ahí donde se vea gente haciendo cola por obtener una cita médica en un hospital público, hay que recordar que ya llevamos un lustro de revolución ciudadana para que todo cambie y quede como siempre... Etc.
Pero ese etcétera engloba millones y millones de dólares gastados olímpicamente al amparo de decretos de emergencia, bajo la mirada permisiva -cuando no cómplice- de los organismos de control y fiscalización.
Es fácil hacer un inventario de todo lo que la Revolución Ciudadana ofreció en 2007. Y todo lo que ha obtenido hasta ahora. Esa es la herramienta más eficaz para enfrentar a Correa, sin insultarlo. Sin caer en el terreno de la diatriba. Solo presentando los hechos, como hace la prensa independiente. Por eso odia a la prensa.
La estrategia es muy simple: Hay que hacer que el odio que siente contra la prensa que no sigue sus directrices, se convierta en odio a los ecuatorianos que no comparten sus pensamientos. Eso es todo. Lo contrario será convertirse en carne de Correa, (no en Cuero de Correa...)
Y aceptar y permitir que exista correismo por lo menos hasta 2017.
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