jueves, 10 de mayo de 2012

Guillermito

Guillermito es un ensayo de político, trabajosa y pacientemente elaborado como producto de probeta. Pero como todo artificio, carece de naturalidad. Y eso en política es fatal.

La política nació desde cuando el ser humano entendió que para sobrevivir a un entorno hostil, tenía que organizarse. Y para organizarse, debía aceptar la conducción de un líder. Ese líder podía ser el más simpático entre sus congéneres, pero esa cualidad no lo dispensaba de estar obligado a convalidar diariamente su condición de tal, así en la guerra como en la paz. Cuando no lograba confirmar sus credenciales, entonces simplemente dejaba de ser líder.

La lucha política forma a los conductores de la sociedad, porque les permite abordar sus complejos problemas confrontando visiones (eso que se llama ideología), negociando alianzas, construyendo plataformas reivindicatorias de las aspiraciones de la gente, e incluso proponiendo nuevas estructuras institucionales hasta mediante revoluciones.

Quien no ha estado en esos tremendos campos de batalla, puede a pesar de eso, ganar una o varias elecciones; puede ser tenido como líder; pero es incapaz de avanzar: se queda marchando sobre el mismo terreno y termina -más temprano que tarde- hundiéndose en el fango que por la mezcla del polvo de añejas injusticias con sus deyecciones revolucionarias, él y sus partidarios crearon.

Este es el caso de Rafael.

En efecto: Rafael es el político de probeta que la izquierda quiteña (anti guayaquileña hasta los tuétanos) creó, para cumplir con el sueño petrolero concebido a finales de los 70, de hacer de Quito la única visión posible del Ecuador. Sólo que como ciertos productos de probeta, salió con falla no programada y ya resulta imposible de controlar.

Ahora, cierta derecha quiere poner en Guillermito los genes que no lograron controlar en Rafael. La diferencia es que 5 años después la solución no parece viable, por lo menos al momento.

Para derrotar a Rafael no hace falta otro político de probeta, como Guillermito; primero porque su discurso de lejos suena a falsete, inclusive cuando baboseando niega tener pretensiones presidenciales. Los diseñadores del modelo otra vez han insultado a la inteligencia de las personas comunes y corrientes, pretendiendo que nadie se ha dado cuenta que la campaña publicitaria del banco de la tienda de la esquina y de las cartas a mis hijitos, eran meros ejercicios filantrópicos de un banquero metido a una aventura intelectual de padre y de hombre de barrio...

Repito: Guillermito es un político de probeta diseñado y fabricado para derrotar a Rafael.

En su descargo afirmo que no será el primero ni el último. Pero -insisto- no derrotará a Rafael porque éste ya creó los anticuerpos sociales que le permitirán larga y propia vida, al margen de la voluntad de sus originarios creadores.

El problema de Rafael es que en 5 años, no ha podido crear su propio laboratorio para obtener sus propios políticos de probeta. (Esa búsqueda explica tanto reciclaje de ministros y altos funcionarios). Tampoco tiene material genético apropiado, entre todos los Fabricios, Vinicios, Raules, Ricardos y otros de menor pedigree.

A Rafael lo derrotará un político bragado, como lo fue Carlos Julio, como León (que todavía desde la tumba le quita el sueño), o como Assad.

O como el chino...

No hay comentarios:

Publicar un comentario