sábado, 22 de diciembre de 2012

Correa el prestidigitador de la palabra

Tenía mucha curiosidad por la reacción del Presidente Correa sobre el tema de su primo Pedro Delgado.

Mi curiosidad se debía a tres cuestiones: la primera, saber en qué situación quedaría Delgado; la segunda, cómo manejaría el Jefe del Estado los hechos que derivaron en la salida de su familiar del gobierno; y la tercera, quién era el culpable del desaguisado según la lógica presidencial.

Y confieso que en la sabatina de hoy, me abismó la capacidad de prestidigitación de Rafael Correa; capacidad que ya la había advertido en estos 6 años de poder, casi sabatina tras sabatina, casi discurso tras discurso.

Un prestidigitador es una persona con habilidad para hacer juegos de manos con el fin de engañar a los demás.

Correa tiene esa habilidad pero con las palabras. Y exactamente así fue su reacción: la de un truquero sorprendido en el acto de engañar a los ingenuos. Claro que su capacidad habilidosa fue más allá de lo que se esperaba: cuidó el contexto; para ello, creó una atmósfera en la que culminaba toda su campaña contra la prensa. Y entonces no tuvo ninguna duda en culpar, sin ahorrarse calificativos, a su primo Delgado.

Y eso está bien. Porque nadie más falsificó su título que el propio Delgado. Nadie lo mandó al INCAE con título falsificado, sino que el mismo Delgado quiso ir a buscar una Maestría con título falso.

Pero el problema no es ese. El problema es -como dice Arjona- no que Delgado le haya mentido al primo, sino que el primo le creyó... Ahora el primo, después de haber sido loado como víctima del linchamiento mediático de la prensa corrupta, resulta ser en verdad lo que la prensa corrupta había indicado: el villano -uno de los que sale del clóset- de la revolución ciudadana. Pedrito quedó en situación del mayor villano.

La segunda cuestión estuvo en la relación de los hechos que derivaron en la renuncia de don Pedro. La pregunta que quedó flotando fue ¿por qué, si traicionó como dijo que traicionó a la Revolución Ciudadana, lo dejó salir a Miami, solo para que concurriera al matrimonio de uno de sus hijos? ¿Cree el Presidente que Delgado, que tenía toda su confianza al punto que una vez lo declaró mil veces ratificado, regresará al país el 6 de enero de 2013 a "dar la cara"?

Mas en eso no quedó el Presidente Correa: insinuó que si la prensa corrupta no hubiese querido linchar a su primo, no se habría demorado tanto en descubrir el fraude. Y dijo que el homenaje de septiembre fue antes de la denuncia que provocó su salida del Banco Central, y en desagravio por las falsas acusaciones de la casa en Miami, y las cajas fuertes en un banco ruso; que la denuncia de Herrería no fue por falisifación de título sino porque no tenía título de economista (!!!); y que la prensa en la mentira 201 que ha publicado, apenas ha acertadod en una. Entonces, todos los demás tienen la culpa, menos Correa, menos su gobierno...

Correa se ha burlado de todos. Como el que hace los trucos con sus manos hábiles. Solo que sus trucos nacen de las palabras.




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