viernes, 26 de julio de 2013

El Alcalde que Guayaquil necesita

Guayaquil necesita un Alcalde que en primer lugar la represente como Jefe del Gobierno Cantonal. Esto significa que debe tener  por lo menos dos características fundamentales: (1) Ser independiente de los intereses personales y políticos del Presidente de la República; y (2) Tener la capacidad para asumir el compromiso de que impulsará el desarrollo de la ciudad, para superar lo alcanzado en los últimos 20 años.

(1)    Ser independiente de los intereses personales y políticos del Presidente de la República no quiere decir que sea enemigo del gobierno central.  Al contrario, debe buscar que la acción del régimen nacional sea compatible con los intereses propios de la urbe.

Por ejemplo:

(1.1.)     Tiene que defender que el puerto de aguas profundas se construya en Posorja, tal como se planificó originalmente, porque está en la jurisdicción cantonal de Guayaquil y porque el modelo de desarrollo de la ciudad se basa en su vocación portuaria.  En consecuencia,  no puede -bajo ningún concepto- permitir que se subordine a Guayaquil a las prioridades de otros puertos del país, porque de hacerlo así, la ciudad habría perdido su razón de ser, lo que equivaldría a matarla...

(1.2.)    Tiene que defender el manejo municipal del aeropuerto actual y la capacidad del gobierno cantonal para contratar el nuevo aeropuerto en Daular.  Esto es parte del "modelo exitoso" de Guayaquil.  Pero lo grave de perder el manejo del aeropuerto, será que se haga con el de Guayaquil lo mismo que se hizo con Portoviejo al quitarle su aeropuerto para enviar a los pasajeros a Manta: el propósito sería que todos los vuelos internacionales entren únicamente por Quito y que Guayaquil quede solo como un aeropuerto interno.

(1.3.)    No puede permitir que la politiquería y los intereses electoreros del gobierno de turno, se metan a administrar los espacios públicos de Guayaquil.  De hacerlo, las calles se llenarán de vendedores ambulantes, la mayoría de ellos interioranos, que vendrán a reclamar su "derecho" al trabajo, a costa de dejar las calles llenas incluso de excrementos. (Alguien recuerda cómo los hijos de las vendedoras de tripa mishca que revoloteban por San Francisco, se hacían popó en plena 9 de Octubre a cualquier hora del día?)  Y no solo eso, veremos inaugurar monumentos a Chávez, a Ortega o a Evo, ocupando plazas públicas y quien sabe si en lugares tan emblemáticos de Guayaquil como el Malecón o la Plaza de El Centenario.

(2)    Comprometerse a continuar el modelo de desarrollo de los últimos 20 años, equivaldrá a:

(2.1.)   Conservar y ampliar el sistema masivo de transportación urbana, ya sea mejorando el servicio de la Metrovía o iniciando nuevos proyectos en esa área.

(2.2.)    Garantizar la seguridad pública, incluso para que el gobierno asuma su responsabilidad de combatir eficazmente a rateros y asaltantes de bancos, restaurantes y locales comerciales.  (Un amigo me conversó que hace unos días, en Urdesa, mientras departían después de almorzar en un restaurante de la zona, a eso de las 2 de la tarde -la hora boba, le dicen- entraron dos hombres y una mujer, todos jovencitos, tal vez adolescentes, los encañonaron y se les llevaron celulares, billeteras, relojes, lentes. Cuando se fueron entre risas, les dijeron que para la próxima debían tener más cuidado y que los felicitaban por no resistirse al asalto)

(2.3.)    Mantener los programas de ayuda comunitaria, en especial para aquellas personas con discapacidad.

(2.4.)    Mantener y mejorar las calles pavimentadas y las áreas regeneradas tanto a nivel urbano como rural.  De la misma manera la idoneidad de los servicios básicos.

(2.5.)    Mantener la actual estructura del gasto presupuestario del Municipio de Guayaquil: 80% para inversión y 20% para gasto corriente.  Esto equivale a no llenarse de pipones, como en épocas pasadas.




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